En cada rincón del estado, las carreteras cuentan una historia de trabajo y esperanza: los camiones cañeros ruedan sin parar, cargados con toneladas de caña de azúcar que representan sustento, empleo y economía local en movimiento.
Es temporada alta, y miles de familias dependen de esta cadena productiva que impulsa la vida rural y fortalece la identidad agrícola de Tamaulipas.
Cada viaje es más que un traslado: es el reflejo de un ciclo que sigue dando frutos.