Los Servicios de Salud del Gobierno de San Luis Potosí vuelven a quedar bajo la lupa por presuntas irregularidades descaradas, mismas que recuerdan los peores años de la administración de Mónica Liliana Rangel. Hoy, bajo el mando de Leticia Gómez Ordaz y con Ricardo Gallardo Cardona en la gubernatura, todo indica que los vicios no solo persisten… se perfeccionan.
La organización Ciudadanos Observando reveló que la empresa Pag Médica S.A. de C.V., creada apenas en marzo de 2023, ya acumuló 33 millones 311 mil 524 pesos en contratos entre diciembre de 2023 y julio de 2025. Una empresa “recién nacida” que, por arte de magia, en menos de dos meses ya estaba recibiendo contratos federales.
Un auténtico milagro administrativo… o un patrón muy conocido.
Su administrador único, Felipe de Jesús Gómez Padilla, firmó primero un contrato modesto con el ISSSTE por 109 mil pesos, pero a finales de ese mismo año ya estaba obteniendo un jugoso acuerdo de 22 millones 285 mil 272 pesos con los Servicios de Salud estatales para material especializado.
Un brinco inexplicable para cualquier empresa normal, pero perfectamente entendible en el ecosistema de favoritismos que se ha vuelto costumbre en SLP.
Y si algo faltaba, la clásica cereza del pastel: domicilios fantasma.
Reporteros acudieron a la dirección fiscal de Pag Médica, en Pablo Casals #996, Guadalajara, donde vecinos aseguraron que el inmueble está vacío desde hace meses.
El segundo domicilio, en Alemán #450 interior 12, dentro del Parque Industrial Élite en Zapopan, tampoco existe de forma verificable.
Otro negocio invisible, pero con cheques muy reales.
Pag Médica comparte socios y vínculos con Grupo Salud RL S.A. de C.V., empresa que también ha recibido contratos del ISSSTE desde 2021, y que —según reportes del periódico AM de León— tampoco opera realmente en las direcciones que declara.
La misma fórmula, el mismo molde, el mismo descaro.
Para Ciudadanos Observando, estas anomalías son una prueba contundente de que “los viejos vicios siguen vivitos y coleando”, incluso bajo un gobierno que prometió “limpiar” la corrupción.
La organización no duda en calificar esto como “corrupción sin límites”, un sello que lamentablemente parece repetirse cada sexenio.
En San Luis Potosí, las empresas fantasma siguen apareciendo… y el dinero público sigue desapareciendo.